El tarot es una herramienta de conocimiento. No se trata como muchos creen de una forma de adivinar el futuro. El futuro ya está aquí mismo, solamente hay que quitarle el envoltorio del pasado y el presente. Es la mente la que pone límites en la precepción de la realidad. Se enfrenta a ella dividiéndola en partes y quedándose con lo más accidental de la misma.
¿Y si no es videncia puede combinarse tarot y videncia, o son incompatibles? El tarot es un libro abierto que termina de escribir el cliente con la elección de las cartas. El también participa de la interpretación que realiza la tarotista.
La estrecha relación entre tarot y videncia
Esta lectura facilita las capacidades de la vidente con un medio comparable a un diálogo o entrevista personal. En este caso no habla la persona interesada sino los arcanos. Y los arcanos son otra cosa sino una expresión precisa y exacta de los arquetipos presentes en la mente humada desde que el mundo es mundo y existe la palabra.
Somos las herederas de tradiciones antiguas que han sido probadas en épocas muy duras y en distintas lenguas. No es una frivolidad, un entretenimiento. Tarot y videncia son conocimiento y dones personales combinados para regalar la dirección de un sueño.
Donde las palabras nos llevan allí se dirige nuestro pensamiento sin más magia que las capacidades ordinarias de cualquier persona. El algo más que se echa en falta en esta ecuación es el dominio que podemos tener en esta misma operación para trascender espacio y tiempo.
Tarot y videncia son las dos caras de una misma moneda que paga al guardián del mundo una mirada hacia nuestro destino. No es una mirada cualquiera es la que nos da fuerzas para seguir en el camino que ha trazado el destino para nosotros. Y al revelarse nos impulsa definitivamente hacia la meta.
